The Fort Worth Press - Conflicto aduanero: ¿quién gana?

USD -
AED 3.672504
AFN 66.265317
ALL 82.40468
AMD 381.537936
ANG 1.790403
AOA 917.000367
ARS 1449.250402
AUD 1.508523
AWG 1.8025
AZN 1.70397
BAM 1.670125
BBD 2.014261
BDT 122.309039
BGN 1.670704
BHD 0.377951
BIF 2957.004398
BMD 1
BND 1.292857
BOB 6.910892
BRL 5.541304
BSD 1.000043
BTN 89.607617
BWP 14.066863
BYN 2.939243
BYR 19600
BZD 2.011357
CAD 1.37965
CDF 2558.50392
CHF 0.79556
CLF 0.023213
CLP 910.640396
CNY 7.04095
CNH 7.033604
COP 3808
CRC 499.466291
CUC 1
CUP 26.5
CVE 94.159088
CZK 20.779904
DJF 178.088041
DKK 6.380104
DOP 62.644635
DZD 130.069596
EGP 47.704197
ERN 15
ETB 155.362794
EUR 0.853804
FJD 2.283704
FKP 0.746974
GBP 0.747496
GEL 2.68504
GGP 0.746974
GHS 11.486273
GIP 0.746974
GMD 73.000355
GNF 8741.72751
GTQ 7.663208
GYD 209.231032
HKD 7.78155
HNL 26.346441
HRK 6.433104
HTG 131.121643
HUF 330.190388
IDR 16697
ILS 3.20705
IMP 0.746974
INR 89.57735
IQD 1310.106315
IRR 42100.000352
ISK 125.630386
JEP 0.746974
JMD 160.018787
JOD 0.70904
JPY 157.75804
KES 128.909953
KGS 87.450384
KHR 4013.492165
KMF 420.00035
KPW 899.985447
KRW 1475.760383
KWD 0.30723
KYD 0.83344
KZT 517.535545
LAK 21660.048674
LBP 89556.722599
LKR 309.636651
LRD 177.012083
LSL 16.776824
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.420776
MAD 9.166901
MDL 16.930959
MGA 4548.055164
MKD 52.559669
MMK 2099.831872
MNT 3551.409668
MOP 8.015542
MRU 40.023056
MUR 46.150378
MVR 15.450378
MWK 1734.170189
MXN 18.033704
MYR 4.077039
MZN 63.903729
NAD 16.776824
NGN 1460.160377
NIO 36.804577
NOK 10.138704
NPR 143.372187
NZD 1.737016
OMR 0.385423
PAB 1.000043
PEN 3.367832
PGK 4.254302
PHP 58.571038
PKR 280.195978
PLN 3.59225
PYG 6709.363392
QAR 3.641038
RON 4.335404
RSD 100.004038
RUB 80.695957
RWF 1456.129115
SAR 3.750651
SBD 8.146749
SCR 15.161607
SDG 601.503676
SEK 9.268304
SGD 1.293304
SHP 0.750259
SLE 24.050371
SLL 20969.503664
SOS 570.513642
SRD 38.441504
STD 20697.981008
STN 20.921395
SVC 8.750267
SYP 11057.107339
SZL 16.774689
THB 31.425038
TJS 9.215661
TMT 3.5
TND 2.927287
TOP 2.40776
TRY 42.746504
TTD 6.787925
TWD 31.518904
TZS 2495.196618
UAH 42.285385
UGX 3577.131634
UYU 39.263908
UZS 12022.543871
VES 282.15965
VND 26312.5
VUV 121.400054
WST 2.789362
XAF 560.144315
XAG 0.014892
XAU 0.000231
XCD 2.70255
XCG 1.8024
XDR 0.69664
XOF 560.144315
XPF 101.840229
YER 238.403589
ZAR 16.77901
ZMK 9001.203584
ZMW 22.626703
ZWL 321.999592

Conflicto aduanero: ¿quién gana?




El conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que comenzó en 2018, ha tenido un impacto duradero en la economía mundial. Bajo el liderazgo del presidente estadounidense Donald Trump (78) y el líder chino Xi Jinping (71), se desarrolló una encarnizada guerra arancelaria caracterizada por la imposición recíproca de aranceles punitivos y contramedidas. En abril del año en curso, 2025, ambos países acordaron una reducción temporal de los aranceles: EE. UU. redujo sus aranceles sobre los productos chinos del 145 % al 30 %, mientras que China redujo los aranceles sobre los productos estadounidenses del 125 % al 10 %. Este acuerdo de 90 días se considera un paso hacia la distensión, pero aún no se ha alcanzado una solución definitiva al conflicto.

Origen y evolución
Todo comenzó en marzo de 2018, cuando EE. UU. impuso aranceles a las importaciones chinas por valor de 50 000 millones de dólares para reducir el déficit comercial y proteger las industrias nacionales. China respondió rápidamente con sus propios aranceles sobre los productos estadounidenses, lo que desencadenó una espiral de escalada. A lo largo de los años, se impusieron aranceles sobre productos por valor de cientos de miles de millones de dólares, que abarcaban desde productos tecnológicos hasta productos agrícolas y artículos de consumo. Este conflicto se convirtió rápidamente en un elemento central de la rivalidad geopolítica entre las dos superpotencias.

El acuerdo de fase uno
El acuerdo de «fase uno» de enero de 2020 supuso un hito. China se comprometió a comprar durante dos años productos estadounidenses adicionales por valor de 200 000 millones de dólares, entre ellos productos agrícolas y bienes industriales. Además, se acordaron mejoras en la protección de la propiedad intelectual y la renuncia a las transferencias forzadas de tecnología. Sin embargo, la aplicación se retrasó: China no cumplió plenamente sus compromisos de compra, lo que mantuvo las tensiones y llevó a EE. UU. a considerar nuevas medidas.

Situación actual
El acuerdo de abril de 2025 supone un nuevo intento de apaciguar el conflicto. No obstante, la situación sigue siendo frágil. China ha intensificado sus relaciones comerciales con países del sudeste asiático para reducir su dependencia del mercado estadounidense. Al mismo tiempo, EE. UU. amenaza con nuevos aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos, lo que podría reavivar la disputa. Estos acontecimientos ponen de manifiesto que la disputa arancelaria va mucho más allá de la mera política comercial y está profundamente arraigada en consideraciones estratégicas.

Repercusiones económicas
Las consecuencias económicas son palpables para ambas partes. En EE. UU., el aumento de los precios de las importaciones ha afectado a los consumidores, mientras que las empresas se enfrentan a mayores costes y a la interrupción de las cadenas de suministro. China ha registrado una ralentización del crecimiento económico, pero ha demostrado su resiliencia gracias a la diversificación de sus socios comerciales. El conflicto no solo ha afectado a las relaciones bilaterales, sino que también ha reordenado la economía mundial, ya que ambos países tratan de minimizar su interdependencia.

Conclusión: un empate sin ganadores
La disputa arancelaria entre Trump y Xi Jinping no ha tenido un ganador claro. Aunque Estados Unidos ha conseguido algunas concesiones, China ha reforzado su posición estratégica mediante la diversificación y la independencia tecnológica. Ambos países están pagando un alto precio económico y la reciente reducción de los aranceles no es más que una tregua temporal. El conflicto sigue siendo un capítulo abierto en la rivalidad entre Estados Unidos y China, sin que ninguna de las partes haya tomado la delantera.